lunes, 29 de junio de 2009

Industria y desarrollo

Introducción:

A fines de nuestro trabajo definiremos a industria como el conjunto de procesos y actividades que tienen como finalidad transformar las materias primas en productos elaborados.
La industria requiere para su funcionamiento materias primas y fuentes de energía para transformarlas, estos son pues sus factores limitantes. Por lo que se presupone que el desarrollo industrial es un objetivo posible solo para aquellas naciones o territorios que cuenten con estos dos requisitos insustituibles, o por lo menos con alguno de ellos. El desarrollo industrial es según lo expuesto, alcanzable solo para aquellos países ricos (en recursos naturales y energía) y poco factible en aquellas naciones mas desposeídas.
No obstante sin dejar de ser correcto todo lo afirmado anteriormente con respecto al desarrollo industrial y sus requisitos básicos e insustituibles, tenemos que decir que la realidad es otra a la diferente a la presupuesta.
La realidad actual nos muestra como por ejemplo el segundo mayor exportador mundial que es Alemania, es un estado que no posee mayores riquezas naturales (exceptuando el hierro) y no dispone en absoluto de la autarquía energética para garantizar el funcionamiento de su formidable industria. Alemania en la actualidad puede garantizar con producción propia; alimentos solo para el 4% de su población.
Vemos entonces como una nación desposeída logra sin embargo una industrialización, que a priori no le seria posible de alcanzar a juzgar por sus riquezas.
No es el objetivo de este trabajo detenernos en el “milagro alemán”, ya que otras naciones han obtenidos resultados similares. Incluso si hoy analizamos a los grandes países industrializados, veremos que exceptuando a EEUU el resto como Japón, Alemania, Francia, Inglaterra, Italia, son países desposeídos de la riqueza necesaria para la industrialización.
Como se ve la realidad nos muestra que hay otro tipo de factores que escapan a la lógica planteada, según la cual la industrialización es para las naciones ricas. Vemos como la realidad contradice a la lógica, o más bien la oculta bajo una estructura y un sistema que le permite sobrevivir a esta.
Pero la realidad y la lógica coinciden en una verdad esclarecedora, que es echo de que todo país desarrollado es un país industrializado y viceversa.



Política y Desarrollo


El motivo por el cual nuestro país no ha alcanzado el desarrollo que debería en proporción a las riquezas que dispone, se entiende por el hecho de su débil industrialización. Por que como ya nos demuestra la realidad, no hay país desarrollado que no se un país industrial. Vemos entonces que pretender lograr desarrollar una nación sin industria no es viable, o no se conocen ejemplos de ello. Pretender entonces desarrollar un país bajo una economía agro-ganadera exportadora, es un capricho como poco exótico, nuestra historia y sus resultados así lo demuestran.
Para explicar entonces nuestro incompleta industrialización y por ende nuestro bajo desarrollo tenemos que pensar en los aspectos en los cuales estamos fallando.
Evidentemente esta claro una economía agro-ganadera exportadora no desarrolla una economía, esto se debe a que en este esquema se renuncian a ganancias gigantescas y al igual que a mano de obra que se dejan a cargo de otras naciones, que manufacturando las materias primas importadas las exportan a sus países de origen en forma de bienes y productos suntuosos.
Lo que se plantea no es nada nuevo, el mismo Manuel Belgrano en sus escritos advertía que, exportar materias primas significaba empobrecer a la nación. También señala la importancia de inculcar a la población valoración de lo nacional por sobre lo extranjero.
Evidentemente Belgrano que era un ante todo un político y de todos nuestros próceres el mas formado, que a juzgar de San Martín era lo mejor de América, proponía ya en el siglo XIX la necesidad de un desarrollo industrial y sugería el camino, es decir “valorar lo nacional por sobre lo extranjero”. Nacionalismo era la propuesta de Belgrano, por que así como no hay desarrollo sin industria, no hay industria sin nacionalismo. Nacionalismo e industria son pues la receta del desarrollo.
Evidentemente la educación de Belgrano no fue la que prevaleció sino que más bien fue la opuesta.
Es deber en la actualidad de todo buena persona instruida afirmar que nuestro atraso se debe en gran medida a nuestra falta de educación, es así pues que le arrogan a esta un valoración siempre positiva. Consideran así a la educación como una suerte de fin divino, y no en realidad un medio para un determinado fin.
Luego de genocidio ocurrido en austwicht durante la segunda guerra, no pocos filósofos se atrevieron a afirmar que de existir un dios deberíamos pensarlo como una entidad no totalmente buena y misericordiosa. Dicho esto entonces, no podemos entonces pensar que tal vez que la educación no es algo bueno en si mismo, sino que va ligado a la utilidad que tenga en un contexto dado. No se debería tal vez cuestionar el contenido de lo que se enseña, en vez de perderse en palabras inconmensurables. No es acaso cierto el viejo proverbio, de “que no es lo que ignoramos los que nos perjudica sino los que sabemos mal”.
Bernardo Neustad decía que la ignorancia era peor que la maldad, es así que el ignorante es peor que el malvado. Así el que no sabe entonces es un ignorante, ¿pero que es lo que no sabe que es en fin lo que ignora? Bueno no sabe lo que hay que saber, y lo que hay que saber viene determinado por la verdad imperante. Todo aquel que no cree en esta verdad es entonces un ignorante, un malvado. Este esquema simplista que habla de valores y no de hechos o hábitos esconde una trampa, que es sectario y totalitario. Es el esquema del poder, por que a los valores los impone el poder, ya que son estos los que tienen la capacidad de imponer una interpretación a los hechos y sus significados.
Evidentemente la frase de Neustad es una suerte de formula de sumisión al poder imperante, ya que el saber es uno (el del paradigma dominante) y el que no entra en este es un malvado. Por otra parte la ignorancia indica desconocer, pero nadie es totalmente ignorante por lo que se puede ignorar algo determinado, pero que sin embargo es plausible de aprender. La realidad es que Neustad(liberal) cuando dice ignorante, se refiere no a aquel que ignora sino al que básicamente no sabe igual, es decir al que piensa diferente. Por esto es que se habla de educación como un valor y no como un contenido definido y discutible como medio para un fin, por que las valoraciones las hace el paradigma dominante, la potencia de turno, en síntesis el poder.
Es importante destacar la opinión del ministro de asuntos estratégicos del brasil que sostiene que bajo este contexto de crisis internacional es una buena oportunidad para rediscutir las valoraciones impuestas sobre nuestras instituciones,
No entonces en mi opinión ha sido la falta de educación las que nos ha limitado, sino que más bien todo lo contrario. Con esto lo que se quiere decir que lo que hemos aprendido tal vez no sirve ni sirvió para los fines que en teoría se pretendían, un país desarrollado por ende industrial. ¿Es pro-industrialista nuestra educación? ¿Es por ende desarrollista?
A juzgar por los logros de lo aprendido, debemos decir a que auque sea duro admitirlo, que hemos recibido una educación para ser lo que somos y no para ser lo que deberíamos por lógica ser.

Nuestra educación y el desarrollo:

La continuidad discursiva existente en nuestro país, insiste desde hace siglos en la carencia de educación. Tal situación de supuesta eterna carencia de educación, no es más que una parte de una estrategia destinada a sostener una estructura y un sistema, en el cual nuestro país tiene su lugar asignado.
Cual es en si esta táctica, simplemente mantener discursivamente la presunta carencia de educación, cuando en realidad somos educados para pensar, creer y sentir de determinada manera. Es así que cuando analizamos la continuidad discursiva de nuestra educación, encontramos un constante delirio auto denigratorio y anti-nacional, que al contrario de lo que proponía Belgrano nos induce a valorar más lo extranjero que lo propio. Entonces la mentada falta de educación es una excusa exculpatoria utilizada para absolver de culpa y cargo a los contenidos nocivos y sus resultados nefastos para el desarrollo y la conciencia nacional, contenidos y continuidad discursiva históricamente propia de “nuestra educación”.
Nuestra educación se llena de valores inconmensurables a los que nunca se es posible alcanzar, valores como democracia, republicanismo, consenso, etc., que son o actúan como una suerte de auto flagelo, ya que como vimos se dan al igual que la educación como valores nunca alcanzados pero siempre posibles de lograr si nos educamos. Una vez educados vemos que la historia se repite, entonces aparece nuevamente la “supuesta falta de educación”, entonces uno piensa “bueno, yo me eduque y los que conozco también” SI responde el sistema pero los otros no, hay que educarlos. Una suerte de “cuento de la buena pipa”, un cuento que se ofrece constantemente contar y nunca se cuenta.
Debe entenderse que los que valoran, califican y legitiman son otros, haciendo todo esto según sus intereses, circunstancias y necesidades.


“Nuestra educación”:

La realidad es que no existe “nuestra educación”, sino que más bien tiene otros dueños. Nuestra educación es mas bien la educación europea del siglo XIX, de esa Europa colonizadora que saqueaba sin pudor las riquezas de sus colonias y pseudos-colonias.
Esta educación asignaba significados más que dudosos a los hechos, así pues Europa no colonizaba o invadía sino que civilizaba. Europa no saqueaba sino que brindaba las bondades del libre mercado. Europa no mataba seres humanos sino bárbaros.
Así pues, los padres de nuestra educación deseosos de ser “civilizados” y no “bárbaros” adhirieron fervorosamente a una educación extranjera. Se consagraron en toda una doctrina anti-nacional y auto denigratorio. “Nuestra educación” a dado teorías de lo mas desfachatadas para justificarse y auto absolverse de sus resultados nefastos. Sino léase a Sarmiento que proponía hacer del norte del país una colonia de EEUU y regalar la patagonia a Chile, ya que el problema según el era la extensión del territorio (gran escapada de tortuga de “nuestro” prócer esta “teoría”). Otras teorías eran las que hacían hincapié en el clima, ya que debía ser según estas mas frió y no calido. Es decir que para nuestros maestros de la auto denigración, no era bueno ni el clima por que era ameno, ni el territorio por que era mucho, ni finalmente los criollos por que estaban conformes, por lo que no eran intelectuales anglófilos, que mas que de intelectuales ejercían de renegados y desnaturalizados. Por que desde hace siglos en nuestro el grado de auto denigración y desprecio a lo nacional va directa y proporcionalmente ligado al grado de intelectualidad. Es decir lo antinacional da prestigio, siempre lo dio.



Razón y desarrollo.

Tal vez debamos admitir los argentino que hemos sobrevalorado la capacidad de entender las reglas del mercado de gran parte de nuestros poseedores de la propiedad de la tierra. Históricamente ha sido el deseo de nuestra burguesía agro-ganadera exportadora el aumentar el volumen de las exportaciones de las materias primas producidas. Como ya vimos este echo explica nuestro falta de desarrollo, ya que por ejemplo en la actualidad Australia exporta la tonelada a un valor de aproximado a los 2000 u$d mientras que nuestro país exporta la tonelada de alimento a un valor promedio de 400 u$d la tonelada. Esta diferencia se explica en el valor se explica debido a que Australia agrega fuertemente valor a sus materias primas, lamentablemente para nosotros nuestra burguesía no están tan ambiciosa como se podría presumir.
No obstante este fenómeno no es el único que demuestra el atraso de nuestra burguesía en entender el sistema; seguramente habremos escuchado sobre la necesidad de aumentar las exportaciones (de materias primas claro) y nada al respecto de agregarle valor a las misma. Exportar es la consigna, pero ¿exportar mas para que? La respuesta parece obvia, para incrementar las ganancias. Ahora bien los bienes industriales son prescindibles en la gran mayoría de los casos, las materias primas no. Las reglas del mercado demuestran que el exceso de oferta baja el precio, por ende caen las ganancias. Un ejemplo de ello es el pacto Roca-Russimann, en según el cual Argentina vendía toda su producción primaria a Inglaterra y esta garantizaba su compra. La realidad demostró como; cuando aumento la producción bajo el precio, y por ende se mantuvieron las ganancias pese a exportar y producir mas.
Queda claro como nuestra falta de desarrollo se explica en gran medida también en la falta de valor agregado en nuestros productos, y en la incapacidad de restringir la oferta y aumentar la demanda. Vale aclarar que cuando agregamos valor, indirectamente restringimos la oferta de materias primas. En nuestra burguesía terrateniente recae entonces en gran medida la responsabilidad de nuestra falta de desarrollo y el deber de procurarlo. Aunque a juzgar por los hechos, no ha alcanzado esta aun el grado de razonamiento y comprensión del sistema que la empresa requiere.


Conclusión:


Culturalmente nuestra falta de desarrollo se explica por ser educados en conocimientos que no son pensados para procurar tal fin, sino más bien para justificar todo lo contrario. Desde el punto de vista económico se explica en el echo de seguir exportando materias primas, que si nos comparamos con Australia significa por ejemplo regalar 1600 u$d por tonelada de alimento exportado. Desde lo político se explica en la incapacidad de gestionar las riquezas de la nación por parte de los que poseen su usufructo, esto debido a la extranjerizacion donde no media la incapacidad sino el interés y el atraso en la capacidad de adaptarse y racionalizar las claves del desarrollo por parte de nuestra burguesía terrateniente que sigue añorando ser el “granero del mundo”.
Estudios históricos muestran como por ejemplo hacia el 1500, todas las sociedades Vivian en similares condiciones. Sin embargo esto no significo que fueran iguales.
Cuando llegaron los colonizadores a América se encontraron con otros hombres que sabían también vivir en comunidad, tenían su fe y su lengua. No obstante los nativos se vieron superados por el colonizador en su grado de razonamiento, para entender y producir los hechos. Así se explica como el invasor logro someter a poblaciones milenarias y fuertes, pero que no estaban preparados para tales acontecimientos propuestos.
Lamentablemente hoy si estudiamos nuestra balanza comercial cambiando “oro por espejitos”, o trigo por perfume francés, toneladas de soja por toneladas de audi, etc. Tal vez debamos en vez debamos asumir que el problema se encuentra donde esta el dinero. Por que la causa y cura de nuestro males se encuentran donde esta el dinero y no en otro sitio, es allí donde se debe mirar y corregir lo actuado. Aunque sea duro deberemos tal vez eximir a nuestra burguesía terrateniente de cargar con la responsabilidad del usufructo de las riquezas de la nación y de los fines de que de estas se esperan. Hemos sobrevalorado la capacidad de esta para adaptarse, y subestimado su grado de indolencia en la administración de las riquezas de la nación que es comparable a la que el nativo tubo con el colonizador (al cambiarle oro por espejitos) o la del propio español con el trato propinado al oro saqueado que dilapido en bienes improductivos y suntuosos, siempre que este no cayo en manos inglesas.

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